General en Jefe de la Independencia de Venezuela y Presidente de la República en tres oportunidades, nace el 13 de junio de 1790 en una humilde casa a orillas del río Curpa, cerca de Acarigua (Edo. Portuguesa). Es el penúltimo hijo entre ocho hermanos. En la escuelita de Guama aprende a leer y escribir. En esta población vive su madre, María Violante, esposa de Juan Victorio Páez, empleado del estanco del tabaco en Guanare.
Tenía 17 años cuando fue enviado por su madre a llevar una suma de dinero y un expediente de familia a un abogado de Patio Grande, muy cerca de Cabudare. Inesperadamente lo asaltan para robarlo y en el instante en que le dieron la voz de entregar el dinero, acató a desmontarse de la mula por la derecha, lo que le dio la ventaja de poder sacar la pistola sin que lo viesen. Cuando el más atrevido lo enfrentó con un machete, Páez disparó y el hombre cayó; los compañeros huyeron. Páez montó en la mula y llegó a su casa sin comunicar este hecho sino a una de sus hermanas, pero en seguida comenzaron los comentarios señalándolo como autor de aquel suceso. Temeroso de un castigo que le parecía inevitable, huye por la vía de Barinas hacia las riberas del río Apure, y consigue trabajo en 1807 como peón en el hato de La Calzada, propiedad de don Manuel Pulido. Su caporal es un negro esclavo, apodado “Manuelote”, quien obliga a Páez a domar potros, atravesar ríos a nado y dormir a la intemperie. Páez sufre los rigores de las más rudas faenas del llano: domando potros se le ampollan las manos con el cabestro de cerda y en ocasiones tiene que montarlos en pelo. Sus muslos sufrieron tales rozaduras con las correas de cuero sin adobar que servían como arzones, que muchas veces sangraron.
Acabado el trabajo del día, Manuelote, echado en la hamaca, solía: decirme “Catire Páez”, traiga un camazo con agua, y láveme los pies”; y después me mandaba que le meciese hasta que se quedaba dormido. Me distinguía con el nombre de catire (rubio), y con la preferencia sobre todos los demás peones, para desempeñar cuanto había más difícil y peligroso que hacer en el hato.
JOSE ANTONIO PAEZ.....Pasados los años y ya en su segundo mandato como presidente de la
nacion tiene 5 hatos.....Páez llegó a amasar una considerable fortuna, siendo propietario de cinco hatos: San Pablo, El Frío, La Yeguera, Mata Totumo y Mata Gorda (Caída del Liberalismo Amarillo / Ramón J. Velasquez).